DONKEY LIBRARY
LA HISTORIA REAL
Birtukán es una joven maestra de 21 años que recorre desde 2011 siete pueblos cada semana con su donkey library en la región de Amhara, en Etiopía, donde Save the Children gestiona este programa de educación que cuenta con dos “biblio-burros”, cada uno dando servicio a siete pueblos diferentes de dicha zona.
El burro es un animal que tradicionalmente ha sido usado en esta región para cargar mercancías voluminosas, por lo que resultó una sorprendente novedad para los habitantes ver al animal transportando 400 libros en sacos sobre su lomo.
Birtukán es la encargada de alimentarlo y cuidarlo y proteger los libros que transporta durante las largas distancias que recorre cuando viaja de un pueblo a otro. Al llegar, su labor es ayudar a que los niños y las niñas aprendan a leer y escribir con esos libros.
Ellos la esperan impacientes y, a su llegada, se reúnen bajo un árbol para comenzar la lectura.
El pueblo más lejano de los siete está a unas tres horas caminando y por esa razón es muy probable que la mayoría de los días no pueda regresar a su casa a pasar la noche.
Esta situación es la más difícil para Birtukán. Una situación peligrosa para una mujer en la región donde se encuentra pero su vocación de maestra le hace seguir adelante por el beneficio de los niños y las niñas de su comunidad.
Para Birtukán la educación es fundamental y disfruta viendo que sus hermanos, que antes no leían, ahora tienen la posibilidad de aprender cosas nuevas. Las familias de esos pueblos están felices de ver a sus hijos adquiriendo nuevos conocimientos y aumentando las posibilidades de continuar su educación, algo que significa que dichas familias -y la comunidad en general- puedan salir adelante.
El donkey library de Save the Children hace que los niños y las niñas logren aprendizajes que de otra manera no podrían. Es una iniciativa que complementa la labor de las escuelas de la región.
La primera fase del proyecto logró llegar a más de 2.400 niños y niñas en 14 pueblos.
Save the Children está colaborando con el gobierno de Etiopía para acercar la educación básica a zonas donde hay alta necesidad de escuelas y ha conseguido proveer a más de 120 escuelas elementales y 29 escuelas de desarrollo y cuidado infantil en Amhara, además de haber formado a más de 1.400 maestros y educadores.
A partir de esta historia real, Save the children me propuso escribir un "Cuentacuentos" para que las maestras y maestros leyeran en las bibliotecas de los colegios españoles con la propuesta de hacer un marcapáginas
PROPUESTA DIDÁCTICA: ED. PRIMARIA
Objetivo general:
Animar a la lectura desde historias que también provoquen la reflexión sobre valores como la empatía, la solidaridad y, sobre todo, las emociones, conociendo otras realidades distintas a las que vive el alumnado.
Objetivos específicos:
• Utilizar la lengua como medio de comunicación y representación de ideas, sentimientos y emociones.
• Potenciar el hábito lector en la escuela y la familia.
• Consolidar el uso de la biblioteca como lugar de aprendizaje y diversión.
• Desarrollar la imaginación.
• Trabajar valores.
Tratamiento interdisciplinar del Día del libro: Departamento de Lengua Castellana
y Literatura, Plástica, Valores y Biblioteca.
Competencias en Comunicación Lingüística, Social y Ciudadana, Artística y Cultural.
Propuesta de animación a la lectura: Ed. Primaria
Os proponemos:
• Celebrar un Día del libro en el que el protagonista sea el burro. Un burro que transporta sueños, historias y emociones a través de libros. Os invitamos a que un profesor ejerza de cuentacuentos y narre la historia
“Una biblioteca muy particular”. Puede hacerlo en un rincón de la biblioteca, en clase o en el salón de actos.
• Un alumno o alumna –o incluso varios alumnos de cursos superiores puede también convertirse en cuentacuentos para los más pequeños del colegio.
• Leerlo en clase, analizar el cuento y convertirlo en una narración. Trabajar los valores y las emociones que traslada la historia mediante leyendas y canciones, comprendiendo como la empatía y la solidaridad se trabajan en todos los lugares del mundo.
• Una vez leída la historia en clase, decorar los marcapáginas con historias relacionadas con el burro y su papel como portador de libros y emociones.
También se pueden decorar con frases y palabras que nos transmitan esos valores y esas emociones aprendidas.
• Pensar en los posibles lectores solidarios a los que se van a ofrecer los marcapáginas: cuáles son sus colores favoritos, sus aficiones, qué les distingue... y así realizar un marcapáginas personalizado pensando en el lector solidario.
• Si nos sobran marcapáginas, venderlos en un mercadillo el propio 23 de abril, en la fiesta de fin de curso, en la semana cultural o en el día de puertas abiertas.
• Contar a los lectores solidarios como la lectura es importante para todos los niños y niñas del mundo porque leer nos permite vivir otras vidas.
Comenzamos la
narración.
¡Suerte!... y que
usted lo narre bien.
CUENTACUENTOS
“Una biblioteca muy particular”
por Amalia González Bermejo, “AilamA”
¡Hola!, ¡Kaixo!, ¡Sanibonani!(1)
Quiero contaros la historia de Burbur. El burro que aprendió a
leer.
Burbur tiene los ojos grandes y oscuros como dos pozos profundos y
el pelo suave y gris como el terciopelo. Cuando lo conocí, enseguida supe que
tenía alma de poeta. Al principio pensé que era cosa mía, que soy muy
fantasiosa...
Vaya. Disculpad. Debo presentarme. Me llamo Bir. Bueno, Birtukán,
aunque siempre me llaman Bir.
¿Cómo me di cuenta de que Burbur me entendía? Fue por su mirada.
Cuando los animales nos entienden, nos miran de una forma muy especial. Seguro
que, si os habéis relacionado con un animal de forma cercana y especial, sabéis
de lo que estoy hablando.
Un día, mejor dicho, una tarde, a la caída del sol, decidí leer en
voz alta un cuento escrito por un poeta español llamado Juan Ramón Jiménez. Se
trataba de “Platero y yo”. Según iba leyendo la historia de Platero, noté en la
mirada de Burbur diferentes expresiones de alegría, diversión, tristeza, rabia,
enfado... empatía y solidaridad.
Yo sé muy bien lo que es la alegría porque la he sentido muchas
veces. Y también sé lo que es la diversión. ¡Todo el mundo lo sabe! Sé lo que
es la tristeza... y desde luego sé lo que es la rabia y el enfado.
Pero eso de la empatía... y la solidaridad...
No lo había escuchado jamás. Las palabras las conocí después,
mirando en los libros y preguntando a la gente mayor. Pero primero las sentí. Y
las sentí en la mirada de Burbur.
Cuando le leía fragmentos en los que Platero estaba triste o era
tratado de forma injusta, Burbur me miraba como si él mismo fuera el burro
Platero y toda la tristeza de Platero lo inundaba a él casi ahogándolo. Él
mismo, Burbur, sentía lo que Platero sentía.
Después supe que a eso se le llama empatía y que los seres humanos
tenemos una gran capacidad para sentirla, aunque no siempre lo hagamos...
aunque casi nunca lo hagamos.
La otra palabra –solidaridad– tardé mucho en
pronunciarla bien porque las personas mayores hablan poco de ella y, cuando lo
hacen, la pronuncian deprisa, como si le tuvieran miedo... sin llegar a
sentirla. Es como la hermana mayor de la empatía. La lleva de la mano y le
anima a actuar.
LA BIBLIOTECA
Un día, Burbur me hizo una propuesta que me pareció muy
inteligente. Cogiendo el libro con la boca me señaló a unas cuantas niñas y
niños que estaban recogiendo agua de un riachuelo. Enseguida me di cuenta de lo
que quería decirme. ¿Qué se os ocurre?
(Posible participación
del público)
¡Sí! Eso es exactamente lo que Burbur quería. Me estaba diciendo
que les leyera la historia de Platero. Y así empecé a hacerlo. Se sentaron a
escuchar pero al poco rato me dijeron que tenían que volver a su aldea a llevar
el agua y que no podían quedarse porque podría hacerse de noche.
Y así es como se me ocurrió la idea del “biblio-burro”. Burbur se
mostró encantado con ser él quien trasladara los libros a siete de las
diferentes aldeas de la región de Amhara, donde vivimos Burbur y yo.(2)
Yo misma sería quien leyera las historias. Sin embargo, solo
hablaré de las 3 primeras aldeas que visitamos. El resto de las historias
dejaremos que las busquéis o las inventéis. (3)
Pero no os he dicho que esta región está en Etiopía, que es el
país donde yo vivo. Muy cerca de Sudán del Sur. Y cerca también, hacia el
norte, de un país del que seguramente habéis oído hablar: Egipto.
¡Claro! ¡Egipto sí que es famoso! ¿sabéis cómo se llama uno de los
ríos más importantes de África?
¡El Nilo! ¡Sí! ¡El río favorito de los cocodrilos! El Nilo cuenta
miles de historias desde que nace hasta que muere... Porque los ríos nacen y
mueren, como los seres vivos. Y nos cuentan historias largas y cortas.
Historias que escuchan de las piedras, de los pájaros, de las rocas y las
cuevas... ¡Los ríos son los mayores cuentacuentos del mundo! ¿Habéis escuchado
alguna vez un río? ¿Dónde? ¿Cuándo?
(Dejad participar al
público y después haced sonar unos crótalos, un cuenco tibetano o cualquier
otro instrumento sutil para hacer el silencio)
Escuchad lo que dice el poeta de Platero...
“El dormir es como un
puente que va del hoy al mañana,
por debajo,
como un sueño,
pasa el agua...”
(poema de Juan Ramón
Jiménez)
Como os decía, el Nilo pasa por varios países
antes de llegar a Egipto...
Mirad: hay dos nombres
para el río Nilo. Nilo Blanco y Nilo Azul. El Nilo Blanco es del color de la
nieve, de la sal, de la harina... Del papel donde escribís y dibujáis vuestros
sueños.
Nace en un lago enorme que se llama lago Victoria y que está en el
país de Tanzania. Cuando tengáis oportunidad, miradlo en el mapa de África.
África es más grande de lo que lo pintan en los mapas. A la gente que hace los
mapas les da miedo que África sea tan grande, por eso la pintan un poco más
pequeño... Después pasa por Uganda, por Sudán del Sur... hasta llegar a Egipto.
Y el Nilo Azul nace en mi país. ¡En Etiopía! En un lago llamado
Tana. En el corazón de un bosque. ¡Sí! ¡Claro que hay cocodrilos! ¡Y cataratas!
En el Nilo Azul se refleja el cielo entero... Es azul como el cielo cuando es
de día y como los ojos de algunas personas... como el agua del mar cuando es
azul... porque el agua del mar puede ser de muchos colores según la hora del
día y según si el día está alegre o está triste... ¿Habéis estado en el mar? ¿Y
de qué color era el agua cuando el cielo es gris? ¿Y por la noche? ¿Y al
amanecer? ¿Y bajo la tormenta?
Pero volviendo a la historia del “biblio-burro”, la primera
mañana, antes de amanecer, le canté una canción al sol para despertarlo
mientras Burbur me acompañaba con la música de sus rebuznos.
¿Conocéis alguna canción para despertar al sol? ¿Queréis cantarla?(4)
Burbur y yo llegamos a la primera aldea. Y al sacar los libros
ante un grupo de niñas y niños que nos dieron la bienvenida con saltos de
alegría, nos dimos cuenta Burbur y yo de que no sabían leer. ¿Cómo nos dimos
cuenta? Porque una niña de diez años abrió un libro de poemas y nos contó una
historia que no estaba escrita en el libro. Sin embargo, era una historia que nos
hechizó a Burbur y a mí. Ella iba señalando las letras mientras contaba la
leyenda de Ubuntu.
Y la niña contó:
Un hombre de raza blanca visitó una vez un pequeño poblado negro
de África. Pensaba que las niñas y niños del lugar no sabían jugar y que él mismo
podría enseñarles. Les planteó un juego de carreras. Puso una cesta llena de
fruta cerca de un árbol. Y les dijo: “quien primero llegue al árbol, se quedará
la cesta con fruta”. El hombre dio la señal de salida para que empezara la
carrera y se quedó sorprendido con lo que vio. Niñas y niños se tomaron de la
mano y comenzaron a correr llegando al mismo tiempo y repartiéndose las frutas.
El hombre blanco les preguntó: ¿por qué no habéis corrido por separado? Si
hubieras ganado tú, por ejemplo –le dijo a una niña que era la que corría más
rápido– te hubieras comido toda la fruta.
La niña le respondió: Ubuntu, ¿cómo voy a estar yo feliz si el
resto está triste?
Y es que la palabra Ubuntu es la que se utiliza
cuando se habla de lo que antes os hablaba yo; ¿os acordáis? empatía y
solidaridad. La palabra Ubuntu dice que una persona es persona cuando y porque
las demás lo son.
¿Qué hubierais hecho vosotras y vosotros? ¿Qué pensáis de lo que
ocurrió?(5)
Después de esta historia maravillosa, cantamos una canción y
bailamos durante gran parte de la noche.(6)
El segundo día, poco antes de salir el sol, Burbur y yo nos
encaminamos hacia la segunda aldea cantando de nuevo una canción al sol... Al
llegar nos esperaban con los brazos abiertos. Cuando sacamos los libros, un
niño de siete años abrió el que más le gustaba y, haciendo como si leyera, nos
contó lo siguiente:
Una vez un cazador tendió una red en el claro de un bosque y
esparció trigo para ver qué pasaba. Una paloma torcaz y sus compañeras se
dispusieron a comer el trigo. El cazador se puso muy contento. Tiró de la red
para cazarlas. Entonces cada paloma empezó a moverse y a luchar por liberarse
de la red. Les dijo la paloma torcaz: ¡No os empeñéis en libraros ni os
preocupéis más de vosotras mismas que de vuestra amiga! ¡Unámonos todas! Quizás
arranquemos la red y nos liberaremos unas a otras.
Y así lo hicieron. Se unieron, arrancaron la red y la subieron a
lo alto. El cazador las siguió corriendo por tierra y ellas volando con la red
por el aire llegaron hasta la madriguera de un ratón amigo, allá en la montaña.
El ratón con sus dientes rompió la red y así quedaron libres.(7)
La tercera aldea que visitamos estaba en el claro de un bosque.
Empezaban los primeros rayos de sol a iluminar las chozas y ya nos estaban
esperando cantando algunas cancioncillas. Sacamos los libros y una niña abrió
uno de ellos. Se trataba de un libro grande, con ilustraciones. Hizo como que
leía y contó la siguiente historia:
LA CANCIÓN
Existe una tribu donde el cumpleaños de una persona no es el día
en que nació. Tampoco es el día en que esa persona fue concebida. La fecha de
nacimiento es el día en que la madre pensó a su hija o a su hijo.
Cuando una mujer decide traer al mundo a una criatura, se sienta
sola bajo un árbol y se concentra hasta escuchar la canción de quien quiere
nacer. Los sonidos le llegan desde su corazón y los escucha claramente. Después
regresa con el hombre que será el padre de la criatura y le enseña la canción.
La tararean una y otra vez y entonces deciden tener el bebé.
Cuando la mujer está embarazada, enseña la canción a la gente del
lugar y cuando el bebé nace, las ancianas que están a su lado le cantan la
canción como bienvenida.
A medida que la niña o el niño va creciendo, si se lastima le
cantan su canción. Cuando hace algo que se considera bueno, le cantan su
canción.
Y si realiza algo que no es bueno para la
comunidad en la que vive o para la persona en sí misma, entonces le conducen a
una plaza, le rodean y le recuerdan cuál es su canción, cantándosela hasta que
la reconoce. Hasta que se reconoce. Es entonces cuando se da cuenta de que no
debe hacer nada que sea perjudicial para su pueblo.
Cuando en esta tribu
una pareja quiere unirse, se canta la canción de cada una de las dos personas
que forma la pareja.
Y cuando en esta tribu una persona muere, se canta su canción por
última vez.
Y ahora os pregunto yo: ¿cuál es vuestra canción?(8)
Debo despedirme. Me espera Burbur para visitar otras aldeas. Debo
deciros que después de estas visitas, las niñas y los niños aprendieron a leer
y a escribir y que Burbur, sin poder hablar, entiende las palabras que se
pasean por los libros. Yo lo sé, lo noto en sus ojos y siento como disfruta
cuando abro un libro y se lo muestro o cuando contamos las historias. Yo sé que
él ha aprendido a leer... con el corazón.
Si algún día visitáis esta zona de África donde vivimos Burbur y
yo, venid a vernos. Os llevaremos al río y os contaremos más historias.
Notas de la autora para el desarrollo de la actividad
(1) Hola, saludo en todas las comunidades autónomas excepto en
Euskadi. Kaixo, saludo en euskera. Sanibonani, saludo zulú, se utiliza cuando
se saluda a un grupo de gente.
(2) Se puede complementar el texto con divagaciones en torno al número
siete. Elegí el número siete porque me parece un número muy interesante. Está
en muchas historias conocidas: los siete enanitos de Blancanieves, los siete
cabritillos y el lobo... como siete son las estrellas que se pueden ver a
simple vista en las Pléyades... siete son los días de la semana que
corresponden a los astros que los antiguos conocían... la Luna, que le da
nombre al lunes; Marte, que le da nombre al martes; Mercurio, que le da nombre
al miércoles; Júpiter al jueves; Venus al viernes; Saturno al sábado; y el
Sol... ¡sí! ¡Al domingo, claro! ¡Pero esto lo sabéis mejor que yo! Fueron los
romanos quienes pusieron nombre a los días de la semana, ¿no es así?
Preguntádselo a las personas sabias de vuestra escuela... ellas lo sabrán
explicar mejor que yo.
(3) También el número tres está muy presente en los cuentos. “A la
tercera va la vencida” dice un refrán que conoceréis muy bien. Además, el tres
está en muchas historias y canciones conocidas: “Tres eran tres las hijas de
Elena, tres eran tres y ninguna era buena”. (Cancioncilla medieval que hace
alusión a unos personajes que existieron en la realidad. A partir de esta
canción, se puede investigar acerca de su origen así como la curiosidad de las
relaciones entre la historia y las leyendas... También hay indicios en esta
historia de lo que hoy llamamos violencia de género. Según algunas fuentes,
podrían relacionarse también con Aixa, Fátima y Marien, las protagonistas de la
canción tradicional recogida y musicada por Federico García Lorca). “Érase un
rey que tenía tres hijas, las metió en tres botijas y las tapó con pez,
¿quieres que te lo cuente otra vez?...” Tres eran los osos de ricitos de oro,
tres los cerditos de esa historia que tan bien conocéis... En general, tres son
las pruebas que deben superar muchos personajes de los cuentos para conseguir
su objetivo... A menudo, tres son los personajes con los que se encuentra el
héroe o la heroína de la historia y que le ayudan a superar la o las pruebas...
Existe la posibilidad de investigar el tema del número tres en los diferentes
cuentos de tradición oral recogidos por los hermanos Grimm (Alemania), Basile
(Italia), Perrault (Francia), Afanasief (Rusia), Antonio Rodríguez Almodóvar
(España)... (Los datos y curiosidades que se exponen en torno al número tres y
al número siete se pueden trabajar con edades tempranas o mayores, según se
considere oportuno).
(4) Buscar canciones según edades.
(5) Abrir debate en torno al tema de la competitividad en la
mayoría de los juegos. Posibilidad y búsqueda de juegos cooperativos.
(6) Posibilidad de aprender canción africana. Libro de canciones y
nanas infantiles del baobab publicado por Kókinos, por ejemplo. O buscar en
otras fuentes y enseñar canción al grupo, cantarla, bailarla, etc.
(7) Capítulo V de Calila y Dinna. Resumen de la fábula “La paloma
collarada o torcaz”. Calila y Dinna es un libro de fábulas muy antiguas que
vienen de la India y que forman parte del Panchatantra. En este libro se
cuentan fábulas de hombres, aves y otros animales.
(8) Posibilidad de trabajar las canciones preferidas de cada
persona, o las que conoce todo el grupo...
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