Dos mujeres, el mar y sus anhelos.
Múltiples palabras lanzadas al aire en forma de mensajes literarios, poemas y cantos que nos contaban hace tiempo, que aún se cuentan porque para eso estamos nosotras, que se contarán porque ahí están también quienes escuchan…
Iremos repasando algunas de las historias que no queremos que se pierdan… en clave de poesía, canto o narrativa; las narradoras irán tejiendo la tarde con el público y la esperanza de que Pandora nunca olvide cerrar la caja con lo esencial en su interior.
Ha sido un trabajo donde Victoria y yo hemos puesto mucha ilusión y no menos energía, que con tanta actividad como tenemos cada una por separado y conjuntamente, no encontrábamos el tiempo para su digna dedicación.
¡Lo hemos conseguido!
Y aunque por supuesto es mejorable, el resultado ha sido satisfactorio, sobre todo gracias al público que ha sido numeroso y agradecido.
Victoria Gullón es romacera y Maravillosa. AilamA, osea yo, soy artesana y en el espectáculo comienzo haciendo un poco de critica a lo Pepito Grillo, a sus canciones un tanto "políticamente incorrectas". Ella me dice que mis cuentos son algo ingenuos e infantiles. Y poco a poco vamos creciendo las dos hasta encontrarnos.
Después de entrar juntas cantando la hermosa canción popular asturiana "A la mar fui por naranjas, cosa que la mar no tiene..." nos presentamos. Yo lo hago con algunos de mis cuentos artesanales, ella con una canción que cantaba en su infancia. Y desde ahí comenzamos nuestro recorrido de crecimiento, yo hacia cuentos como "La niña de los tres maridos" y ella hacia "La malcasada" y "La mujer del pastor":
Y después nos adentramos en el horror y en lo damático. Yo con el romance escrito por Ana Luisa Ramirez sobre "Barba Azul" y ella con "El horroroso crimen de Manganeses de la Lampreada". Y tocamos fondo como debe ser en la vida y en los cuentos. Tras encontrar el horror y la muerte, salimos a flote para terminar, juntas esta vez de verdad, con el romance moderno y fantástico de un autor joven y actual, Raúl Vacas.
" La niña de espuma" recitado y cantado al alimón entre Victoria y yo, e ilustrado plásticamente con un elemento performántico, da fin a nuestra aventura entretejida entre la realidad y la fantasía, territorio del que no saldremos nunca porque voluntariamente lo hemos elegido las dos.
