IX ENCUENTRO DE ANIMADORES A LA LECTURA
Entre los árboles del bosque de Riocantos, entre los cantos del río que no cesa de relatar historias de agua, he tenido el placer y el honor de contar y cantar algunas de sus historias. Esta vez he sido Hada que acompaña a los más pequeños entre sombras y ramas, entre murmullos de hojas, y sonido de agua. Y para que no tengan miedo... Federico les anuncia que con el Hada no pasa nada, y yo les digo que si acaso pasan cosas, son maravillosas...
Raul Vacas, Primigenius, Rodorín, Federico Martín, Tres eran Tres, Cecilio Campos, y Amalia González, que soy yo, hemos dado vida a la mañana y al bosque.
Tengo un reloj de oro
con cifras de nácar.
Y quizás el tiempo
no valga nada
(Agustín García Calvo)
Cuando llega el público menudo, el bosque crece y los miedos, y desde luego los misterios, que crecen pero se esconden entre las sombras.
A los más pequeños hay que tranquilizarles Los peligros del bosque son para los que buscan el miedo y se crecen combatiéndolo. Los más pequeños, sin embargo, necesitan hallar lo sereno entre la inmensidad de las sombras y el susurro de las hojas y el aire.
Me los llevo muy cerca del río. Voy a contarles cuentos del agua, aquellos que cuentan los ríos hasta llegar al mar....
Y comienzo con unos versos de Isabel Escudero que anuncian la mañana en el programa:
¿Sabes tú niño, qué es el tiempo?
Pasa y pasa sin poder verlo.
Si lo persigues huye corriendo.
Y si te paras y le olvidas,
se vuelve manso y lento.
¡Vamos, pues, niño, a perder el tiempo!
Soy
la reina de los mares, ustedes lo van a ver lo van a ver,
tiro mi pañuelo al suelo, y lo vuelvo a
recoger a recoger.
Pañuelito
pañuelito, quién te pudiera atener tener tener,
guardadito en un bolsillo, como un pliego de
papel, de papel…
Vengo
del mar, de muy lejos, a deciros que el río nos trae todas las historias que va
contando en su camino. ¿Escucháis? Muchas historias se quedan por el camino, en
las piedras, en los árboles, algunas suben al cielo y se enredan en las nubes…
Una de las historias que os traigo es la de un
pescador solitario. Cada noche salía a pescar. Pescaba peces para comer. Pero
un día pescó una sirena.
¡Pescador! ¡pescarme con luna llena! ¿no te da pena?(Guiño a poema de Isabel Escudero: "Dejarme con luna llena, ¿no te da pena?)
Seré yo, pescador, quién te cuente la historia de Escarlata, la sirena de plata.
“ La sirenita de larga cola viene y va con la ola,
viene y va con la ola.
La sirenita de larga cola
viene y va con la ola, contenta y sola..."
En el fondo del mar viven muchos tipos de peces y de animales marinos... y también viven las sirenas. En una cueva
vive Escarlata la sirena de plata, junto a su amiga Concha. Concha guarda en su
interior una perla. Es una perla de cristal, adivina y mágica. ¡Adivina y conoce
todas las historias que el río cuenta en su camino hasta el mar! Todas las
noches antes de luna llena, Perla recoge los cuentos que del río llegan al mar.
Después, cuando la luna está llena, Concha se abre, y Perla cuenta uno, dos o
tres cuentos. ¡Pero el pescador no puede escucharlos! Porque tiene miedo de
bucear hasta el fondo del mar.
¡Pero un día, Perla desapareció! Y Concha lloró
lágrimas saladas. Escarlata, la sirena de plata, le dijo ¡no te preocupes! Yo
iré a buscarla! Y así lo hizo. Y mientras buceaba y buscaba, cantaba:
"Caballito sin crines, caballito de mar,
dime si los delfines, pueden llorar;
dime si donde habitas, habita el colibrí;
dime si hay sirenitas de ajonjolí..."
(Mirta Agiuirre)
Me han traído una caracola,
dentro le canta un mar de mapa,
con pececillos de sombra y plata.
Me han traído una
caracola..."
(Federico García Lorca)
Al llegar a la superficie del
mar, cuando pasaba un barco, le decían los marineros:
"¡Zambúllete chiquilla!
Que por fina y delgada,
pasarás por anchoa
para las ensaladas"
(Francisco de Quevedo)
(Francisco de Quevedo)
Y todos
rompían a reír. Hubo un marino, quizás fuese poeta, que le dijo:
"¡Cuéntame, cuéntame lo que hay
allí en el fondo del mar ¡dime, dime!"
"Y
ella, como si no recordara nada. Riendo se metía otra vez en el agua, o se
tendía sumisamente sobre las olas" (Vicente Aleixandre)
A veces les respondía:
A veces les respondía:
"¡Cuando tú vengas,
no me vas a encontrar;
seré una estrella
por encima del mar!"
(José Moreno Villa)
Nadando
llegó a una isla. En la isla había una playa y en la playa una palmera. A
la sombra de la palmera, Sirena se tumbó para dormir un rato. De pronto escuchó
una voz que decía:
En
este campo estuvo el mar, alguna vez volverá…
Si
alguna vez una gota roza este campo
Este
campo siente el deseo del mar
Alguna
vez volverá…
(Miguel Hernández)
(Miguel Hernández)
Se
trataba de Serpiente.
- - ¿Quién
eres?
- - Yo
soy quién no soy.
- - Pero
eso no puede ser.
- - Un
día yo era un pez. Vine a esta isla para conocer los ríos que la recorren ¡y el
amo de la isla me convirtió en serpiente y súbdito suyo. Y ahora estoy
solaaaaaaaaaaaa, solita y solaaaaaaaaaaaaaa con muchas ganas de volver al mar,
pero sin saber nadar……
- - ¡Pobre
serpiente!¡creo que te quiero un poco!
- ´Y
tú, ¿qué andas buscando en esta isla? Este lugar es muy peligrosssssso.
- - Estoy
buscando a Perla de cristal, adivina y sabia, conocedora de todas las
historias.
-
-¡Yo
sé donde está! Él siempre quiso tenerla! ¡Pero no debes ir a por ella! ¡de
verdad! Él es terrible! ¡Es muy peligroso. ¡No debes ir! No….
En este campo estuvo el mar, alguna
vez volverá…
- ¡Serpiente
por favor! ¡Dime donde debo ir!
- Si alguna vez una gota roza este campo….
- Si alguna vez una gota roza este campo….
- ¡Serpiente
por favor!
- ¡No debes ir, no debes ir! ¡A esa
montaña que ves allí!
Y Sirena
convenció a Serpiente para que le enseñara a arrastrarse como ella, por la tierra, para poder llegar a la montaña de fuego. ¡porque se trataba de un
volcán! Pero Sirena era valiente y allí va, sube que sube la montaña caliente. Cuando Sirena llegó a lo
alto de la montaña de fuego, se asomó y preguntó: ¿hay alguien ahíiiii? Y la
ninfa de los bosques, Eco, respondió: ahí ahí ahí…..¡ay! Y a Sirena se la tragó
la montaña!
¿Y
ahora qué hacemos? ¿Queréis que intentemos rescatar a Sirena? ¡Pues entonces
vamos dentro del volcán! ¿Veis algo?
¿Y ahora?
¡vamos dentro! ¡Taparos la nariz!
¡taparos la boca! ¡también los ojos! ¡y los oídos! ¿No podéis? Bueno, pues
entonces no os tapéis nada. ¡Abrid bien vuestros corazones! Hay que desear que
a Sirena no le haya ocurrido nada irremediable.
¡Sirena! ¡Sirenita! ¿Estás ahí?
¡Sí aquí está!¡Parece que se ha dado un golpe en la cabeza! Y se ha quedado
dormida. Chssssssss.
El
dormir es como un puente que va del hoy al mañana.
Por
debajo, como un sueño, pasa el agua.
(J. R. Jiménez)
(J. R. Jiménez)
¡Mirad!
Sirena ha tenido tres sueños!
Primero
ha soñado con el día. Con un sol resplandeciente que sonreía complaciente.
Después soñó con la noche. Y soñó con que a la Luna, las estrellas, los
cometas, le dormían en una cuna. El tercer sueño… ya no lo recuerdo. ¡ah, sí!
Soñó con el fuego! ¡Y casi se quema Sirena cuando se despertó y se dio cuenta
de que el volcán también se había despertado. ¡Su sueño se convertía en
realidad! Escuchó entonces un rugido terrible. ¡Debía de ser el dragón!
¡Debo
deciros algo acerca de los dragones! Los dragones aman a las sirenas! Porque
las sirenas les encantan cuando cantan…y es muy diferente al rugido del dragón.
Pero los dragones también tienen mucho miedo de las sirenas. Es como aquel
pirata que se enamoró de la Luna y que tanto miedo tenía de ella… ¿recordáis?
Pues este dragón debía de sentir más miedo que pasión amorosa, porque con un
terrible rugido y una bocanada de fuego y de humo lanzó a la sirena por los
aires con tanta fuerza que la sirena voló y voló. Hasta llegar a las estrellas.
Ellas, las estrellas, le cantaban a la Luna canciones para que se despertara.
Luna
luna luna luna,danos fortuna.
Luna
luna luna luna, luuuuuuuna
Del
tiempo de la aceituna…
¡Luna
llena luna llena
Tan
oronda tan redonda
En
esta noche serena. (A.
Machado)
Luna
luna luna luna
Señor
alcalde sus niñas
Están
mirando a la luna… (Lorca)
De
amarillo calabaza
Por
el azul como sube
La
luna sobre la plaza (A.
Machado)
Luna
luna luna luna……
Los
animales del día a los de la noche buscan
Lejos
anda el sol, cerca la luna. (M. Hernández)
Luna
luna luna luna….
¡Animal
de medio día, la media noche te turba!
Lejos
anda el sol, cerca la luna. M.
Hernández
Luna
luna luna luna…..
Y
detrás de la noche siempre siempre llega … el día. Y con el día siempre en
danza ¡llegan las adivinanzas!
Apellídanme
rey y no tengo reino. Dicen que soy rubio y no tengo pelo. Aseguran que ando,
pero no me muevo. Relojes arreglo sin ser relojero.
¡El
sol!
Y
Sirena ahora está en una nube. Y canta:
Sol
solito, caliéntame un poquito, para hoy para mañana, para toda la semana…
Verde
verderol, endulza la puesta de sol…
De
repente,la
tarde equivocada, se vistió de frío.(Lorca)
El
sol se escondió detrás de las nubes mientras cantaba:
Empieza
el llanto de la guitarra.
Llora
monótona, como llora el agua, como llora el viento sobre la nevada.
Es
imposible callarla. Llora por cosas lejanas. Es imposible callarla. (Lorca)
Y
Sirena comenzó a cantar
¡que
llueva que llueva!
La
virgen de la cueva.
Os
pajaritos cantan,
Las
nubes se levantan…
Y
cantando empezó a caer por entre las gotas de agua.¡Y rodando rodari llegó al
mar a través de los ríos!
Narradora manipula la caja para retornar a la página
del mar)
¡Y detrás de ella las gotas de agua formaron
una gran bola de agua.
-
¡Espera, Sirena. ¡Esto no es agua!
Narradora toma la bola de cristal que está en un lugar
por allí colocada)
Es una bola de cristal! ¡Parece la perla!
-
¡Es
la perla! ¡Pero es demasiado grande!
¡Demasiado
grande Duerme, duerme tranquila en tu cuna. Ea la nana ea la nana….
Ahora
tenéis que ayudarme. Tenemos que hacer que esta bola de cristal se transforme
en Perla de cristal!¡
¡Bola
de cristal, perla adivina! ¡hazte un poco más chiquitina!
(A la tercera vez que repite las palabras mágicas con
ayuda del público, es cuando se produce la transformación)
Y
la perla se hizo pequeña.
Sirena
durmió tranquila. y colorían colorado, querido pescador, este cuento se ha
acabado.
Debo continuar diciendo que tuve el placer de coincidir en el Encuentro y compartir espacio, palabras, pensamientos y risas, con Victoria Gullón, romancera estupendísima que nos regaló los oídos con romances arreglados por Agustín García Calvo y dedicados a él y a Isabel Escudero que también estuvo presente en el Encuentro.
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